LA COMPAÑÍA

Después de quince años dedicándose al mundo del teatro, Laura Laiglesia decide embarcarse en esta nueva aventura profesional conducida por una necesidad artística y vital de exponer una realidad que le afecta directamente a través de un texto propio y rodeada por los mejores profesionales.

Compaginando su vena periodística y artística pretende dar a éste y a los futuros proyectos un estilo diferente, la autoficción o ficción autobiográfica, basando su escritura en vivencias personales acompañadas de entrevistas y reuniones con personas vinculadas con la temática tratada.

“Aita” es un relato naturalista, agridulce, comprometido con la realidad que nos ha tocado vivir. El “protagonista” no actúa, no puede, los años y la enfermedad le hacen ser dependiente total, pero impregna toda la obra y todos actúan impulsados por él.

“Aita” no intenta aleccionar, posiblemente no da respuestas, ni juzga, ni sentencia, simplemente expone la vida de una familia común. Un trozo de vida encima del escenario impulsando que el espectador, tras ver la obra, cuente su propia historia.

Una historia que se repite en muchas casas, cada vez más, y que afecta en mayor o menor medida a muchos de nosotros: el cuidado de nuestros mayores.

UNA ACLARACIÓN

Muchos de los temas que se presentan en la obra han sido tratados en mi casa, pero no todos ellos de la manera en que son expuestos. Los personajes son estereotipos definidos por unos caracteres necesarios para el transcurso de la trama; así pues, no son un reflejo de mi familia real, tanto mis hermanos como yo misma podemos vernos reflejados en varios de los personajes. De la misma manera que muchos espectadores  se reconocerán a sí mismos o a sus propios hermanos. 

Laura Laiglesia

UN HOMENAJE

Nuestros padres pertenecen a una generación que se hace mayor y que han tenido que cambiar su forma de pensar de manera más obligada que elegida. Muchas de las ideas con las que crecieron, la mayor parte de la educación que recibieron ha cambiado. La sociedad ha cambiado, las relaciones han cambiado, la libertad sexual, de elección, la globalización, el papel de la mujer, la educación, las nuevas tecnologías, la raza, la religión,… Y tienen que aclimatarse, a veces claudicar, a veces celebrar, a veces asumir, a veces en silencio, a veces conteniéndose, a veces a regañadientes… Pero siempre, sobreviviendo. Nuestras y nuestros mayores saben, mejor que nadie, adaptarse a los tiempos porque la edad siempre fue una virtud que a veces olvidamos.

Laura Laiglesia

UN AGRADECIMIENTO

Soy una persona afortunada, porque mis aitas, siempre nos han dado buenas lecciones a lo largo de nuestra vida pero su vejez está siendo la mejor de todas ellas. Y porque mi familia siempre me ha acompañado en este mundo incierto del teatro y con este proyecto no ha sido menos.

Laura Laiglesia